Tóxina Botulínica
La toxina botulínica es una proteína purificada que se inyecta en cantidades minúsculas en los músculos del rostro cuya actividad es excesiva para relajarlos y prevenir la aparición de arrugas dinámicas o suavizar las que ya existen (estáticas).
Con el tratamiento con Tóxina Botulínica se consigue:
- Revitalizar y rejuvenecer la mirada de manera inmediata.
- Relajar los músculos faciales, eliminando o atenuando las arrugas y dejando la piel distendida, tonificada y tersa y devolviendo la luminosidad al rostro.
Los resultados suelen comenzar a ser visibles a los tres días, dependiendo de cada paciente. En general, los efectos del Tóxina Botulínica comienzan a desaparecer a los tres o seis meses*.